Los riesgos de la lucha de los hombres contra el envejecimiento

Por Melinda Beck (Expansión)
Fecha: 13/11/2014

house-y-la-pastillaEl envejecimiento reduce la energía, la fortaleza y el deseo sexual en la mayoría de los hombres. La Food and Drug Administration (FDA) de EEUU está decidiendo si es seguro tomar suplementos hormonales de testosterona para frenar ese declive natural.

Más de 2,3 millones de estadounidenses usaron productos con testosterona el año pasado, el doble que en 2008. Pero hay expertos que dicen que su consumo incrementa el riesgo de sufrir un ataque al corazón. Los productos con testosterona se aprobaron en la década de 1950 para el tratamiento de deficiencias hormonales graves.

Un comité asesor de la FDA recomendó en septiembre a la agencia que exigiera a los fabricantes de productos con testosterona hacer estudios para ver si conllevan riesgos cardiovasculares y que en sus prospectos se indicara que no se ha demostrado que son seguros y eficaces para incrementar las concentraciones de testosterona.

La testosterona es una hormona esteroidea masculina cuyas concentraciones aumentan considerablemente en la pubertad, alcanzan su nivel máximo a los 30-35 años y luego van descendiendo gradualmente a un ritmo del 1% al año, lo que reduce la energía, aumenta el nivel de grasa y se asocia a depresión, problemas de memoria y pérdida de deseo sexual.

Según el comité de la FDA, solamente la mitad de los hombres a los que se les receta testosterona tienen un diagnóstico formal de deficiencia de la hormona, y al 21% de los hombres a los que se les receta testosterona no se les hace un análisis ni antes ni después de recetársela.

Hay estudios que indican que la ingesta de dosis altas de testosterona, como las que usan los culturistas, provoca agresión, y en el prospecto se indica que puede provocar apnea del sueño e insuficiencia cardiaca congestiva y reducir la cantidad de esperma. La testosterona no está recomendada para los hombres con antecedentes de cáncer de próstata, aunque hay estudios que indican que no incrementa el riesgo de este cáncer.

La preocupación por el riesgo cardiovascular surgió en noviembre de 2013 con la publicación de un estudio en la revista Journal of the American Medical Association. El estudio se realizó en casi 9.000 veteranos de guerra con arteriopatía coronaria y mostró que los que usaban testosterona tenían un 29% más de riesgo de sufrir un ataque al corazón o un ictus que los que no la tomaban. Como consecuencia, el número de recetas de testosterona disminuyó de 600.000 a 500.000 al mes.

El estudio generó un intenso debate y médicos defensores del tratamiento con testosterona lo criticaron. Otros estudios sobre los riesgos cardiovasculares de la testosterona no han arrojado resultados concluyentes.

En julio, las autoridades sanitarias de Canadá ordenaron a los fabricantes de productos con testosterona que incluyeran en sus prospectos la advertencia de que pueden incrementar el riesgo de ataque al corazón, ictus, formación de coágulos de sangre y aumentos o irregularidades de la frecuencia cardíaca.

Hay defensores del tratamiento con testosterona que reconocen que puede incrementar el riesgo cardiovascular porque aumenta las concentraciones de glóbulos rojos y por tanto la densidad de la sangre. Pero dicen que si los hombres donan medio litro de sangre cada pocos meses y se vigila estrechamente a los pacientes, esto no supone un problema.

Tras recabar testimonios de expertos, el comité asesor de la FDA decidió por unanimidad que es necesario tener más datos para evaluar los riesgos cardiacos de los productos con testosterona y recomendó que se diga en sus prospectos que su uso no está recomendado para tratar disminuciones de la hormona “relacionadas con la edad”. Como respuesta al comité, los fabricantes de productos con testosterona dijeron que la falta de estudios controlados extensos “dificulta interpretar” los efectos a largo plazo del tratamiento.

Pero haga lo que haga la FDA, los médicos podrán seguir recetando testosterona para esta indicación aunque no esté aprobada. Y muchos hombres consideran que los beneficios del tratamiento tienen más peso que el riesgo cardiovascular. El tratamiento con testosterona puede costar hasta 240 euros al mes. Si se modifica su prospecto, hay hombres a los que les será difícil conseguir que se lo receten y que su seguro lo cubra.

Etiquetado , , , , , , , , , , , , .Enlace para bookmark : permalink.

Los comentarios están cerrados.