Entrenar la memoria

Por Europa Press
Fecha: 21/09/2014

Lazo_dedoSi bien es cierto que con el paso de los años el cuerpo humano se deteriora, la forma en la que nuestra memoria siga funcionando dependerá en gran medida de cómo la ejercitemos. Hoy Día Mundial del Alzheimer es el día más adecuado para tratar de dar a conocer un poco mejor cómo procesamos la información y cómo funciona la memoria, así como técnicas que nos puede ayudar a optimizarla y preservarla.

Según explica a Infosalus Mª Luisa Delgado Losada, profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid y especialista en programas de entrenamiento de memoria, aunque existe un componente genético en cuanto a la capacidad de memoria con la que nacemos el entrenamiento es tanto o más importante en su desarrollo.

«Desde pequeños nos enseñan a almacenar información y esta capacidad se desarrolla y aumenta con el día a día. Ya sea a través de música o diversas estrategias, es clave enseñar a los niños a ejercitar la memoria desde edades tempranas», explica la profesora.

Según señala Delgado Losada, al tratar en sus clases universitarias el funcionamiento de la memoria, algunos de sus alumnos le comentan que nadie les ha enseñado técnicas de estudio para recordar mientras que aquellos que señalan que sí han recibido formación en este sentido parecen estar más predispuestos al estudio.

«No te enseñan a usar la memoria y cómo funciona el olvido o cómo se archivan las informaciones. Son aspectos básicos para aprender a gestionar nuestra memoria», señala la especialista, que apunta que son factores determinantes para entender por qué hay cosas que se olvidan y otras que no.

Delgado Losada aclara que existe una gran relación entre la atención y la memoria: si existe un problema de atención la memoria merma ya que si no se capta bien la información, ésta no se puede almacenar. Si se está atento al escuchar o al estudiar, se registra la información de forma adecuada y es más fácil recuperarla pero si no se consigue estar centrado cuando nos llega la información todo el proceso pierde validez y nuestra memoria no funciona.

MAYORES, ESTEREOTIPOS Y MEMORIA

«Existe en la sociedad un estereotipo según el cual la mayoría de las personas piensa que cuando se es mayor se tienen dificultades no sólo para recordar una cara o un nombre, sino también que es más difícil retener información nueva», apunta la profesora. Una opinión que, según Delgado Losada, también mantienen las propias personas mayores de 60 años, quienes dicen no confiar en su capacidad de memoria y aprendizaje.

Es cierto que en el caso de los mayores, hay que enseñarles a centrar la atención, continúa la profesora que apunta que es común que éstos en la consulta clínica se queden sólo con el 10% de lo que dice el médico porque resulta demasiada información a la vez.

Delgado Losada apunta que cuando se supera los 50 o 60 años muchas personas que cuidan de sus mayores que padecen alguna demencia temen padecerla años después. En estos casos, la especialista subraya que a partir de los 50 años para tener la memoria en forma hay que estar activo y realizar actividades como aprender un segundo idioma, lo que lleva a que se creen conexiones neuronales nuevas.

«Es el aprendizaje lo que ayuda a mantener la mente activa, está bien acudir a conferencias y debates, pero hay que tomar apuntes y revisarlos luego como ejercicio, no vale sólo con escuchar», señala.

LOS PASOS DE LA MEMORIA

Ejercitar la memoria es útil desde el mismo momento en el que se aprende porque la necesidad que tenemos de utilizarla es continua. Según señala Delgado Losada, sólo conocer un poco mejor cómo funciona la memoria ya supone un extra para aprender a utilizarla de forma más apropiada. Los pasos sucesivos que intervienen en la memoria son:

1º Atención: interviene en aquello que entra por los sentidos y da lugar a la memoria sensorial. Si la atención no es la adecuada todo el proceso de la memoria falla desde sus inicio.

2º Información: en este nivel hablamos de memoria a corto plazo o memoria de trabajo. Esta memoria de trabajo puede funcionar con un número limitado de dígitos, palabras o bloques de información que se puede retener (alrededor de 7). Delgado Losado explica que durante el procesamiento se pierde información porque tenemos una capacidad limitada y en los mayores se pierde más.

3º Memoria a largo plazo: la información bien codificada permanece a lo largo de toda la vida y constituye un ‘banco’ del que recuperamos la información. «Todo lo almacenable en la memoria a largo plazo tiene que ver con cuánto se utiliza: lo relevante se recuerda y lo cotidiano se pierde», explica Delgado Losada.

ASPECTOS BÁSICOS PARA FOMENTAR MEMORIA

La especialista en programas de entrenamiento de memoria nos señala cuáles son los elementos clave que ayudan a que nuestra memoria esté en forma:

1. Reducir distracciones y enfocar la atención: para conseguir retener la información clave.

2. Aprender estrategias para memorizar: las distintas técnicas que ejercitan la memoria se basan en estrategias como visualizar, asociar, organizar y repetir la información que se quiere retener.

En la organización de la información como forma de ejercitar la memoria intervienen técnicas como la preparación de esquemas o resúmenes y todo lo que conlleva un análisis y procesamiento de la información.

Visualizar la información a recordar es también muy útil, para ello basta con imaginar o crear imágenes vívidas y lo más ricas posible en detalles, incluyendo detalles que se salgan de lo corriente.

3. Relacionar la información nueva con algo o alguien que conoces y organizar bien la información a recordar: estas estrategias funcionan especialmente bien. Para aprendernos el nombre de alguien, uno de los olvidos más comunes cuando coincidimos con conocidos, viene bien asociar esta persona a algún familiar o persona de nuestro entorno más cercano, y al hacer la compra será más fácil recordar si además de escribir lo que necesitamos lo hacemos según el grupo de alimentos.

Así una de las técnicas que señala Delgado Losada para recordar por ejemplo el orden de una exposición o discurso es el denominado ‘método de los lugares’. En esta técnica se relacionan las ideas a exponer y su orden a través de su asociación con un recorrido por las estancias de nuestra casa o nuestros objetos personales.

4. Es posible inventar técnicas personalizadas: para la especialista, las técnicas de memoria son algo que uno mismo se construye. «Conociendo estrategias es más fácil desarrollar técnicas. Debemos crear estrategias individualizadas, aquello que es útil para cada uno de nosotros», asevera Delgado Losada.

En cuanto al uso de herramientas como la agenda o las listas o los dispositivos electrónicos, la especialista señala que su solo uso ya supone escribir lo que queremos recordar, lo que constituye por sí mismo una técnica para almacenar información en la memoria, eso sí, «luego hay que recordar revisar estos dispositivos», concluye con humor Delgado Losada.

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