Por Gema García (El Mundo)
Fecha: 07/07/2020
Es un hecho. El paso de los años deja su huella en nuestro cuerpo, por dentro y por fuera. Todo parece ir sobre ruedas hasta los 30 pero, a partir de esa década, la cosa cambia. Envejecer no sólo es inevitable sino que debería considerarse una auténtica bendición porque significa que ‘seguimos aquí’. Sin embargo, en lo que sí podemos influir es en la forma en la que lo hacemos.
«El ritmo en el que envejecemos lo determina en un 30% la genética y en un 70% nuestros hábitos de vida«, nos explicó María del Carmen Vericat, doctora del Servicio Medicina Interna del Hospital CIMA, en Barcelona (más…)