Por BBC
Fecha: 12/06/2014
Esa carne jugosa que se deshacía en la boca mientras la masticaba lentamente. No había ni que ponerle sal. O ese postre no muy dulce -quizás hasta con una pisca de sal- con el que sueña volver a comer.
Con frecuencia los recuerdos de la comida suelen ser muy vívidos. Especialmente cuando experimentamos sabores que son increíblemente malos o excepcionalmente buenos.
Pero, ¿qué hace que queramos repetir?
Es ese último bocado lo que hace que no nos separemos del plato hasta que no quede ni una miga o que incluso repitamos. (más…)