Rejuvenecimiento genital femenino: ¿moda o necesidad?

Por Europa Press
Fecha: 02/05/2019

El concepto de ‘rejuvenecimiento vaginal’ es una marca registrada por el doctor David Matlock en Estados Unidos durante la década de los 90 del siglo XX. Sin embargo, en los últimos años se habla bastante sobre estas técnicas que, aunque ya se realizaban con anterioridad por ginecólogos, han mejorado en tecnología y accesibilidad al incorporarse al campo de la cirugía estética.

En la mayoría de los casos, conocemos las historias asociadas a la estética y el culto a la juventud. Y otras, quizá las más llamativas y frívolas, relacionadas con la reconstrucción del himen, por ejemplo. En este caso, aunque es cierto que se solicitan, están más ligadas a cuestiones culturales y religiosas que a la funcionalidad genital y el bienestar de las mujeres que lo solicitan.

NECESARIO Y ACCESIBLE

En la actualidad, la industria del (mal llamado) rejuvenecimiento vaginal está muy volcada en un proyecto vinculado a la funcionalidad genital. Estos procedimientos cada vez están en más auge y, aunque puedan parecer una moda, van mucho más allá.

«No estamos hablando solo de estética. Es importante romper con el tabú de que la estética genital es frívola o innecesaria», afirma Sagrario Jiménez Morueco, médico especialista en Medicina Estética y experta en Sexología. Incluso en los casos de índole exclusivamente estética han de darles la relevancia que merece, ya que «disminuyen la autoestima de las mujeres hasta el punto de que rehuyen las relaciones sexuales por la vergüenza a mostrar sus genitales», matiza la experta. Este podría ser el caso de la Hipertrofia de labios menores, que suele detectarse en la pubertad y adolescencia, y además de por cuestiones estéticas, puede molestar en su vida daría, al utilizar ropa ajustada o haciendo deporte.

Afortunadamente, gracias al hecho de que cada vez se viva con mayor naturalidad la sexualidad, se está consiguiendo que cada vez más mujeres se acerquen a las consultas a pedir ayuda y ya no se conformen como antes, «al ser conscientes de que con estos tratamientos pueden mejorar su calidad de vida«, afirma la doctora.

Además, no solo las más privilegiadas pueden acceder a estos servicios, que creemos especialmente caros. «Las técnicas actuales de medicina estética genital son accesibles a la población normal, porque su precio no es tan elevado como la cirugía, por lo que cada vez son más demandadas. Hay muchas patologías que pueden mejorar con técnicas sencillas», afirma.

CAUSAS

Con el paso de los años, por la disminución de las hormonas, se va produciendo una atrofia en la vulva y en la vagina. Al adelgazamiento del epitelio vulvovaginal, hay que añadir una disminución de la vascularización, una disminución del pH, así como diferentes cambios en la flora vaginal y en el sistema urinario. «La salud sexual es muy importante para las mujeres. Durante la menopausia, necesitan ayuda para seguir disfrutando del sexo. Buscan mejorar la funcionalidad de sus genitales y, aunque sea algo secundario, valoran mucho la mejoría estética», comenta la doctora.

Los partos y las intervenciones obstétricas realizadas para el alumbramiento también pueden tener un efecto devastador, generando laxitud vaginal, incontinencia urinaria o prolapsos, entre otras patologías.

Otras cuestiones que intervienen en este envejecimiento serían:

* Malos hábitos nutricionales

* Hábitos tóxicos

* Hábitos cosméticos

* Enfermedades sistémicas o generales que afectan a la zona

* Tratamientos sistémicos para esas enfermedades

* Enfermedades locales: liquen plano

* Cambios bruscos en el peso corporal

* Cambios hormonales

* Tratamientos muy agresivos: quimioterapia, antibióticos, etc.

CÓMO DETECTARLO

La doctora Jiménez afirma que suelen acudir a su consulta cuando su capacidad sexual está mermada. También porque sus genitales no les gustan o les duelen, lo que les impide tener una actividad normal, y distingue entre dos aspectos originados por el envejecimiento vulvovaginal.

Signos: Son los que percibe la paciente, como sequedad vaginal, disminución de la lubricación o dolor durante las relaciones sexuales; sangrado postcoital; disminución del deseo y de la excitación y dificultad de alcanzar el orgasmo; irritación, ardor o escozor vulvovaginal; dolor al orinar; aumento de la frecuencia y de la urgencia urinaria.

Síntomas: Son los que el médico detecta durante la exploración. Los más comunes: disminución de la secreción vaginal y de la elasticidad; reabsorción de los labios menores; palidez o enrojecimiento de la mucosa; pequeños puntos hemorrágicos; pérdida de rugosidad del epitelio vaginal; eversión de la mucosa uretral o prolapso de la uretra; prominencia del meato uretral; retracción del introito o zona de entrada a la vagina; o infecciones recurrentes del tracto urinario.

TRATAMIENTOS

Son técnicas simples, que sólo requieren anestesia local (como mucho y no siempre) ambulatorias y con un postoperatorio domiciliario mínimo. Su demanda está en continuo ascenso por parte de las pacientes, la mayoría entre 30 y 60 años. Suelen acudir al médico buscando soluciones principalmente para problemas funcionales, pero a veces también estéticos, aunque suelen ser mixtos , afirma la experta.

A la hora de seleccionar los tratamientos, la doctora Jiménez se focaliza en tres aspectos básicos: salud ginecológica y/o urinaria; satisfacción sexual y estética genital.

Para conseguir estos objetivos, los tratamientos más utilizados son:

Láser: Se produce una lesión controlada para que más tarde se produzca una regeneración del tejido, mejoría del suelo pélvico, etc.

Acido Hialurónico: Hidrata, rellena, mejorando las atrofias, y regenera.

Inyecciones de Toxina Botulínica o de Plasma Rico en Plaquetas (PRP): Sirven para estimular el colágeno, la elastina y mejorar la hidratación..

Radiofrecuencia: Estimula el colágeno y la elastina.

Terapia Fotodinámica: Mejora del flujo vaginal por activación de la microcirculación. Algunos dispositivos muy novedosos incluyen Leds y vibración para inducir también la tonificación del suelo pélvico y la novedad es que son de uso domiciliario, como el novedoso VSculpt PRO de Skymedic. Combina una triple tecnología de fotobiomodulación con luz LED, carga térmica y vibración sónica que además de mejorar la atrofia vulvovaginal, estimula la musculatura del suelo pélvico mejorando la laxitud vaginal y la incontinencia urinaria leve. Se puede conseguir, bajo prescripción médica, en Slow Life House.

Carboxiterapia: Utilizada para la activación de microcirculación, atrofia vulvo-vaginal, cicatrices de cesárea y de episiorrafia (la sutura de la episiotomía), y para eliminación del exceso de grasa en el Monte de Venus.

En opinión de la doctora Jiménez, «no solo hay que buscar ayuda en el tratamiento con láseres. Hay otras muchas técnicas que pueden mejorar tanto la funcionalidad genital como la estética. Incluso, a veces, es esencial contar con el asesoramiento de un experto en sexología para tratar determinados problemas, que solo tendrán solución mediante terapia sexual.»

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